DreamWorks inicia el año con una historia arriesgada, lo digo por el hecho de lo poco conocidos que son los personajes fuera de Estados Unidos, en mi caso, lo único que sabía de ellos era gracias a un cameo en The Simpsons.
No sé nada respecto a Peabody y Sherman, y no podría opinar sobre la fidelidad de la historia a la serie original. Lo que si puedo decir es que gracias a ser una historia para niños, podemos ver como curioso el asunto del perro que adopta un niño. Esto también da pie a una trama basada en las relaciones de padre e hijo que hemos visto de diferentes formas en este estudio.
Los detalles históricos no son complejos, aunque algunos requieren un mínimo conocimiento por encima del promedio; todos ellos sirven para ver situaciones acertadas dirigidas a los más pequeños y una visión caricaturizada para el público general.
Lo que si debo resaltar es la animación, tal vez no innovadora, pero sí correcta. Los detalles tecnologicos hacen que visualmente disfrutemos de un buen trabajo, y si a esto le añadimos el sobresaliente trabajo en 3D nos podemos encontrar satisfechos en este aspecto. También un punto a favor la banda sonora de Danny Elfman, quien da un buen trabajo.
Visualmente cumple, la historia es entretenida y los niños la disfrutan sin un exceso de chistes absurdos. No será una innovación o la mejor animación del año, pero tampoco parece pretender eso. Eso si, es un nuevo acierto después de las decepciones que lanzó el estudio en el 2013.
8
Dirigida por Rob Minkoff (Flypaper). Con las voces en inglés de Ty Burrell, Max Charles, Ariel Winter, Leslie Mann, Stephen Colbert y Allison Janney.
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