Si ya he mencionado que en este año no hubo una pelicula que yo considerara excelente, también puedo decir que en este año hubo bastantes cintas que me hicieron pasar un buen rato, que me sorprendieron en pequeña medida y que algunas hasta las volvería a ver un domingo por la tarde.
Una de las sorpresas del año fue haber visto Fast Five, la quinta parte de una saga de autos a la cual no le tenia nada de fe después de tantas películas de baja calidad en guion; esta vez nos mostraron una historia sin pretensiones (claro, con algunos detalles ilógicos en la historia); efectos realistas convirtiéndola en un éxito de taquilla y de moderada critica.
Una que a pesar de sus malas criticas fue de mi agrado es In Time, protagonizada por Justin Timberlake, quien ya empieza a hacerse de un nombre dentro del mundo cinematográfico. Una cinta que mantiene atento con una trama que intenta ser complicada, pero que esta al alcance del publico en general.
Una que criticaban muy bien era Source Code, una interesante cinta de ciencia ficción que ofrecía una premisa algo original y posicionando a Jake Gyllenhaal como un actor versátil que puede irse desde lo independiente a la acción (pasando también por lo comercial).
También vimos el paso de actores cómicos al drama, como el caso de Bradley Cooper en Limitless, otra cinta con tintes de ciencia ficción acompañada de un elenco donde se encontraba Robert De Niro. Otro caso es el de Matthew McConaughey en The Lincoln Lawyer, donde a pesar de no mostrar nada nuevo en una cinta del genero "courtroom", fue una buena opción para ir al cine, ver actuaciones decentes y una historia bien hecha.
Uno de los últimos estrenos, y que tiene potencial para premios es Moneyball, de la cual estaré seguramente hablando en los próximos meses debido a la actuación de Brad Pitt, quien demuestra ser un buen actor en una historia de la vida real sobre el mundo del béisbol. Con un elenco destacable y actuaciones al parecer dignas de nominaciones; esta cinta nos mete de lleno a una prometedora temporada de premios.
Pero para sorpresas tenemos a Water for Elephants, una película que no pensaba ver debido a los protagonistas. Pero que resulto ser una agradable cinta con detalles técnicos bien cuidados (fotografía y banda sonora que no deben de olvidarse para temporada de premios). Un Christoph Waltz que hace una buena interpretación y un Pattinson que demuestra que puede ser un buen actor fuera de la saga que le dio fama.
Lo que tienen estas cintas en común es que tuvieron una calificación similar en el blog, claro, todas en diferente medida. Por eso este año se convirtió en el "año del entretenimiento".
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