Rápidos y Furiosos 6

Tanto éxito puede tener una saga que se le permite llegar a la sexta parte, y de ahí confirmar una séptima (así es, leyeron bien). Esto gracias a que se dirige a un público distinto, a uno que por lo regular no toma el cine como una opción de entretenimiento. Aquí veremos autos, más autos, y sonido de llantas que estremecen la sala de cine.

En lo personal, al estar rodeado de personas que se consideran dentro del público antes mencionado durante mi adolescencia, tuve la oportunidad de ver las primeras partes de esta saga, y hace dos años, cuando vi la quinta parte, fui extrañamente sorprendido por una historia sencilla con fines de entretenimiento sin intención de ofender la inteligencia del público (salvo por ciertas secuencias).

Las críticas de nuevo han sido satisfactorias, y la taquilla va en aumento y a punto de convertirse esta sexta parte en la más taquillera de toda la saga.

En esta ocasión, y como ya vimos en las anteriores dos cintas, ya se ha transformado la historia para darle otra intención, ya no son solo carreras, y ahora el equipo que se ha conformado se dedica a combatir el crimen, esto fue algo ingenioso en la anterior entrega, desgraciadamente, parece que esto ya no funcionará en las siguientes cintas.

Lo bueno de la cinta es que no se complican con diálogos innecesarios y escenas tediosas, ellos se van directamente a la acción y se muestra en grandes dosis donde la física es lo de menos y así te pueden mostrar una acrobacia imposible hasta una pista de aterrizaje de cientos de kilómetros. Claro, si nos ponemos exigentes lo veremos de forma negativa.

No es una cinta de premios, ni de grandes actores, pero sirve como puro entretenimiento, aunque no apta para los que en realidad ven el cine como arte.

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Dirigida por Justin Lin (Fast Five) y protagonizada por Vin Diesel, Paul Walker, Dwayne Johnson, Michelle Rodriguez, Jordana Brewster, Tyrese Gibson, Chris Bridges, Sung Kang, Luke Evans, Gina Carano y John Ortiz.