Uno de los títulos más prometedores de la temporada de premios... hasta que se estrenó. Basada en una historia real y dirigida por una de las actrices más famosas de la historia tenía todo para ganar. Al final tuvo que conformarse con nominaciones técnicas y una critica mixta.
Se cuenta la historia de Louis Zamperini, un atleta olímpico italoamericano que lucha en la Segunda Guerra Mundial donde se enfrenta a complicados retos como sobrevivir en alta-mar y ser prisionero de guerra. Prácticamente con esta premisa es na historia que aseguraría todos los premios hace veinte años.
Lo que la directora tiene a su favor es el rodearse de un equipo técnico impresionante, la fotografía de Roger Deakins, el trabajo de sonido y la banda sonora de Desplat. Todos dando lo mejor de sí.
El detalle es que a pesar de tener una historia redonda, y un desenlace incluso emotivo falla en cuanto a un clímax o un giro que pueda sorprender al público. En su lugar recurre por momentos a la comedia involuntaria y escenas violentas (sin llegar a lo extremista) que en parte funcionan.
Jolie logra contar una historia que tiene un significado personal para ella, su falla es querer contar todo y no saber como distribuirlo, los flashbacks solo adquieren importancia en la primera mitad y al final nadie se acuerda de ellos. En cuanto a actuaciones solo entra en lo "decente", ya que tenemos a un villano sobreactuado, el reparto no tiene mucha relevancia (a excepción en parte de Gleeson) y un protagonista que logra sostener la historia, pero que sólo salva lo que está a su alcance.
Al final tenemos un trabajo que parece ya hemos visto, con un buen trabajo técnico, pero una historia mal distribuida y que al final esperamos que termine pronto para "compensarnos" con un final emotivo.
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Dirigida por Angelina Jolie (In the Land of Blood and Honey) y protagonizada por Jack O'Connell, Domhnall Gleeson, Garrett Hedlund y Takamasa Ishihara.
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