Después del éxito de los "carismáticos" personajes de Despicable Me no era de sorprenderse que se hiciera un spin-off de ellos con la intención de convertirse en un éxito de taquilla. La verdadera pregunta era si se convertiría en una cinta que valiera la pena verla.
Es divertido ver las bromas de estos peculiares seres amarillos, pero la frescura se va perdiendo hasta el punto de ya no verlo gracioso a escasos minutos; tenemos el problema además de que en los trailers ya se vieron la mayoría de los chistes.
Se puede hacer una cinta con pocos diálogos, pero con lo absurdo de las situaciones, el forzado narrador y poco carismáticos personajes secundarios no tenemos un fin preciso.
Y ya que hablamos de los personajes secundarios, estos buscan convencernos con repentinos chistes que funcionan, algunos momentos musicales que sacan sonrisas, pero que al final se pierden entre lo absurdo del guión.
Tampoco vemos un avance en animación, pero la ventaja es que se aprovecha al máximo la tercera dimensión con secuencias que "salen" de la pantalla.
Una cinta exclusiva para niños y a ese sector que ama a los Minions, pero para el cinéfilo más exigente se convierte en una absurda e innecesaria historia.
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Dirigida por Pierre Coffin (Despicable Me 2) y Kyle Balda (The Lorax). Con las voces en inglés de Pierre Coffin, Sandra Bullock, Jon Hamm, Michael Keaton, Allison Janney, Steve Coogan y Geoffrey Rush.
